12 janvier, 2013


-Ustedes son todos una mierda -le dijo al mundo-. Usted, señora, es una rata, y usted señor, es una rata, y el nene también es una rata. Se la pasan todo el día corriendo por el laberinto para masticar un sorete. Corren todo el día de todos los días de todos los años para estar ahora ahí, sentados como boludos, mirándome como boludos, bajo techo, sobre un piso, entre cuatro paredes que no los protegen de nada. Saben que hacen? Se pasan la vida comprando un ataúd a crédito. Eso es lo que son, una mala paja que se hace la vida, son. Mírenme la jeta, yo estoy muerto. Igual que ustedes. Yo también soy mi propia tumba. Pero no voy a quedarme como un boludo esperando que alguien venga a limpiar el cenicero donde me consumí. Voy a romper todo. ¿Porqué no salen a la calle y rompen todo?


Yo no sé lo que es querer. Sé lo que es dar un abrazo y sentir o hacer sentir. Pero ya no hay amor, ni existen las damas. Las mujeres no quieren ser mujeres, no se comportan como damas. Ahora quieren ser amigos. A mí también me pasa. No me dan ganas de hacer sexo con los hombres. Fui con un chico a un lugar para vernos desnudos y le dije: “ninguna, loco, ninguna”. Pero me da asco esa cosa larga que tienen entre las piernas. Me gustan las caricias y los besitos pero hasta ahí. Me molesta tener trece años porque los demás me lo hacen sentir. A mí nunca me pasa nada malo, ando en la calle o duermo en la playa y estoy controlando siempre lo que pasa. Siempre sé qué quieren los demás, en qué están pensando. A mí lo que me pasa es que no tengo nada para hacer. El colegio me aburre. Pero soy feliz así. Yo experimento cosas, aprendo de la gente y la gente aprende de mí. Cada tanto me tropiezo con enamorarme de alguien. NO lo busco, viene. Veo a un chico, como Francisco, lo miro y digo: “¡Quién es ese hombre, me quiero matar!” Pero todo el mundo piensa en el romance, nadie piensa en la amistad. A mí la gente no me gusta, me quieren cambiar o no me respetan. A mí nadie va a venir a decirme que las cosas son así o de otra manera. Yo soy así, es mi manera de ser y nadie la va a cambiar. Te soy sincera, creo que pienso más en mí que en los demás. No debe ser muy copado pero es así. Si yo quiero que me quieran tengo que lograr querer a la gente. Pero no me sale. Querer no es como cantar o bailar. A mí cantar o bailar me sale o tocar o besar. Pero querer es un trabajo, un aburrimiento.


Todo lo que se resiste a morir
es lo que me duele,
mis manos tiemblan,
mi cuerpo muere.

Mis ojos ya no pueden brillar,
mis labios tiemblan también
por que me pesa todo,
todo lo que se ha roto.

Y hay un par de ojos grandes
(los más bonitos del mundo)
que ya no me miran como antes
y que me quitan vida.
Un día que se clava
como un puñal en mí,
y el dolor de la duda
que corre por mis venas.

De ciertas cosas
no puedo escapar,
hoy peor que nunca,
hoy peor que ayer.

Fue el miedo el culpable,
otra vez,
maldito y puto miedo,
juega en mi contra otra vez.

Me queda una oportunidad,
sólo una más,
sólo una.
solo.

Y no puedo esperar,
cada momento duele en mí,
y el miedo a que
todo se pierda en un segundo.

O el miedo a ganar
y que todo sea perfecto,
siempre el miedo,
el miedo.

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire