Mis huesos están ahí tirados
secandose al sol
como una flor marchita
Ahí tirados,
crujiendo al ser pisoteados por los transeuntescomo hojas de otoño
Quebrada, cuarteada
por donde me miren.
Estoy rota
como si fuese una muñeca de porcelana
arrojada a la pared por una niña caprichosa,
así estoy, con mi cara palida.Estoy rodeada de entes que pisotean los adoquines porteños
a punto de ser empujada a la banquina como un perro atropellado
Estoy sola, sin nada, sin nadie
No puedo hablar, las palabras no me invaden para salvarme
Ya me cae la lluvia en el cuerpo,
y lo unico que ahora se mueve es la sombra de mi alma.
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