30 juillet, 2010

caras en la fantasía de la niña encantadora

Ella quisiera estar mirando el mar durante la puesta de sol. En la noche quería perderse en un parque de rosas azules y dormir sobre la hierva mojada por el rocío, y taparse con una sabana suave y sedosa como un petalo de rosa.
Durante el día vivía en lo más alto de los árboles del bosque, allí respiraba aire puro y nutria sus pulmones con oxígeno de primera.
Para muchos podria ser una pobre solitaria, una absurda y una loca, O bien podría ser una amante de la naturaleza. Pero yo podria tener la certeza de que Ella esté escapando de algo que la mortifica; Federica decidió perderse en un mundo de fantasía que se encontraba nada más y nada menos que en su cabeza donde arriba le volaban miles de pajaritos.
Ella se perdía allí por horas. Ella no pertenece al mundo "real", no le gusta su clase social y dejó de importarle que la señalaran con el dedo.
Ahora se reposa en su silla inclinada y canta canciones de cuna, alimenta su felicidad con su maravillosa fábrica de utopía y se pierde de la realidad, de la vida que le dieron, solo que ya no se pierde sola, tiene muchos amiguitos más, los de aquel otro mundo raro que fue a parar llamado "BORDA"; Mientras se ríe y abraza su espalda, y para que no tenga frío por la noche en el parque de Rosas Azules, una duendecilla vestida de blanco le trae otro chaleco de fuerza.

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire